Al conmemorar los 500 años de La Reforma en el Teatro Colón, y cuando muy pocos creían en ella, un pastor metodista le hizo pito catalán al poder y encendió otra vez la llama.
El hecho que acunó nuevamente la esperanza ocurrió la noche del 4 de septiembre cuando lo más granado del mundo evangélico argentino se reunió para celebrar con himnos y cánticos los cinco siglos de La Reforma en el Teatro Colón de Buenos Aires, uno de los teatros líricos más importantes del mundo.
En medio del acto, la voz sonó en el recinto sin amplificación, como en las antiguas comedias griegas, para reclamarle al presidente Mauricio Macri presente en el acto lo que muchas personas han planteado a través de las redes sociales pero sólo uno, el metodista Claudio Pose, se animó a decírselo en la cara: “¿Dónde está Santiago Maldonado?”.
La pregunta tiene que ver con el artesano de 28 años desaparecido hace más de un mes, hecho por el que muchos han responsabilizado a la Gendarmería nacional y finalmente al Gobierno nacional, aunque la Justicia aún no se ha expedido.
¿Pero de dónde surgió esta acción vigorosa que entusiasmó a cientos de colegas de Pose presentes en el lugar que, avergonzados, se preguntaban “cómo no se me ocurrió a mí”?
Ni qué decir del ánimo retemplado de millones de reformadores a escala planetaria.
Solito su alma, un hombre de fe, casi desconocido, en medio de luces y brillos de la coquetería evangélica, se plantó frente al sistema cívico-religioso y capitalista, haciendo parecer nada la acción del “tank man”, aquel chino que en 1989 se interpuso a la columna de tanques del Partido Comunista Chino en la plaza de Tiannamen, en el centro de Beijing, cuando jóvenes chinos clamaban por democracia en su país.
“Cuando terminó de hablar el Presidente (…) yo sentí como un empujón desde atrás, que nadie me dio por supuesto y le pregunté dónde está Santiago Maldonado”, le explicó Pose a la organización LWI, que publicó el cable.
Y agregó: “Recién me pude relajar y sentir paz, cuando empezaron a tocar (el himno) Castillo Fuerte”.
Dirigentes del mundo evangélico nacional ya han comenzado a contactarse con Pose para sugerirle que pregunte por otros desaparecidos de los que, se sepa, este pastor nunca habló, quizá porque esos días justo no compró el diario.
Quienes tampoco parecen haber leído mucho los diarios últimamente son los autores del cable que reflejó el episodio y que aseguran que se trata de “el primer desaparecido en manos del Estado argentino desde el regreso de la democracia en 1983”.
Organizaciones como la Coordinadora Contra la Represión Estatal e Institucional (CORREPI) estima en 200 el número de desaparecidos durante los gobiernos democráticos de los últimos 35 años, sin contar las víctimas de la trata de personas.
Y también un ardid semántico cuando da por sentado que Maldonado es “el primer desaparecido en manos del Estado argentino”, como si en la Argentina no se supiera de la responsabilidad de los gobiernos de turno, sobrepasados por Policías fuera de control o trabajos sucios encargados por la política.
Una lista sugerida y tan sólo para comenzar podría incluir casi la misma pregunta para distintos personajes.
“¡¡Carlos (Menem)!!, ¿dónde está (el estudiante de periodismo) Miguel Bru?”, del que nunca se volvió a tener noticias a partir del 17 de agosto de 1993.
Reclamarle, por ejemplo, “¿dónde está Alberto Ledo?” al general César Milani, ex jefe del Ejército argentino nombrado por la ex presidenta Cristina Fernández, procesado por la desaparición de este conscripto que realizaba el servicio militar obligatorio en 1976.
Esperar al ex ministro del Interior en tiempos del fallecido presidente Néstor Kirchner a la salida de su departamento y reclamarle a viva voz: “¡Ea, Aníbal (Fernández)! ¿Dónde está Jorge Julio López”?, en referencia al albañil desaparecido en dos oportunidades, la segunda vez en forma definitiva cuando atestiguaba en el juicio contra el comisario Miguel Etchecolatz, en septiembre de 2006.
Preguntar a la ex presidenta Fernández de Kirchner en alguna de sus visitas a Tribunales: “¡¡Cris, Cris!! ¿Nisman, se suicidó o lo mataron?” y así darle la oportunidad de aclarar ese momento terrible por cadena nacional, cuando dio por sentada las dos posibilidades con pocos días de diferencia.
La candidata a senadora por Unión Ciudadana hablaba del fiscal Alberto Nisman, que apareció muerto de un tiro en la cabeza en su departamento en enero de 2015 justo el día antes de declarar en el Parlamento sin que la Justicia explique las razones de su muerte.
En el Parlamento Nisman daría cuentas de su acusación a la ex presidenta, a quien atribuyó la firma de un memorando de entendimiento con Irán para encubrir a los responsables del atentado terrorista a la mutual israelita AMIA en la que murieron 85 personas.
Convengamos en que acercarse a Cristina no es sencillo y no todos los días se da una gala como la de este lunes glorioso.
¿Habrá una nueva oportunidad para interpelar a la ex presidenta con tan sólo una pregunta?
Una nueva función en el Colón por los 600 años de La Reforma, quizá sea el ámbito para que un nieto o bisnieto del bravo pastor, imbuido de la mística de su ancestro haga la pregunta a la auto proclamada “arquitecta egipcia” en alguna vida anterior.
Si acaso el futuro le permita reencarnarse en una presidenta democrática, el “sola fe” que impulsó Agustín Lutero tendrá oportunidad de ponerse nuevamente a prueba.
Eso sí, el Pose junior tendrá que renovar la imaginación para lanzar a puro coraje una pregunta sin concesiones del tipo “Señora presidenta, ¿lloverá?”.
David Kohler
Sr David me parece que hizo una terrible ensalada , sus ironias son tan burdas.. Es obvio que esta desaparicion quizo ser tapada por el estado , la ministra dijo ” no voy a tirar un gendarme por la ventana” . Creo que tanto odio y predicadores del odio no dejan ver que hay una familia que sigue esperando a su hijo.
David:
Me apena ver cómo este sitio se ha venido a pique. Uno puede tener las ideas políticas que desee y expresarlas libremente, es sano que ocurra, pero creo que el periodismo, y más aún el que se precie de ser cristiano, debe guardar compostura y rigurosidad en la información. Lo que se cuestiona con el caso de Santiago y que se diferencia con otros casos de desapariciones en Democracia es que el mismo Estado es sospechado, Estado que confirma las sospechas cuando niega y ningunea al caso, a los familiares de Santiago y al mero reclamo por su aparición. Esa es una diferencia sustancial y espero sinceramente a que el Estado lo revierta.
Pero lo más ofensivo de la columna es el encono con un querido y hermano pastor, y que se metan con sus hijos, nieto y descendientes, se parece mucho a una velada amenaza mafiosa y no debe ser tolerado. Obviamente quiero creer que no es esa la intención. Esas prácticas de periodismo de guerra pertenecen a las de los monopolios mediáticos vernáculos, que obtuvieron su posición dominante de mercado en una mesa de torturas y gracias a una sociedad forjada con la dictadura cívico-militar. Esos medios son como gusanos que se retuercen en la misma inmundicia de la que se alimentan. Creo David, que los cristianos debemos permanecer alejadísimos de esas prácticas, como lo es el encono con una persona que hace un justo reclamo amparado por la Constitución.
En el reclamo de Claudio está el clamor por la Paz, como muchos deseamos para nuestro país. Yo solo espero tu pedido de disculpas al Pastor Claudio y a su Iglesia.
Y fueron solo 3 las sencillas palabras del pastor y que seguimos diciendo los cristianos ¿Dónde está Santiago?
“Un lugar para cada cosa, y
Cada cosa en su lugar”
Bueno, debo reconocer que el autor de esta nota es una persona valiente y audaz. No evita la polémica ni las diferencias ideológicas. Hace gala de su ferviente rechazo a la persona de la ex presidente sin ningún tipo de eufemismos, va al grano.
Pero lamentablemente debemos admitir que dicha virtud no se compadece con el propósito de informar objetivamente un episodio que no ha tenido connotaciones partidarias.
Estoy haciendo un gran esfuerzo para no realizar una fuerte critica a las opiniones que fueron volcadas en esta nota. Creo que nos debemos respeto, como personas y como cristianos, pensar de diferentes modos las políticas. Una nación se construye en base a las diferencias. Una sociedad se enriquece en la diversidad. Lo que anula, lo que detiene, lo que frena, lo que no construye es el odio.
El autor de esta nota debería comprender que su misión, si es que realmente cree tener una misión, es la de proclamar, anunciar, cultivar al pueblo cristiano que busca encontrar una fuente de información fidedigna, creíble.
Quizás David Kolher cree esgrimir la verdad, la que expuso de manera clara, pero debemos aceptar que no hay una verdad. Que nadie es dueño de la verdad absoluta. Que por creer sostener esa verdad se corre el riesgo de caer en un fundamentalismo. El mismo que nos ahoga de hace muchos años a los cristianos evangélicos.
Creo que debemos rescatar la audacia de esta nota, pero más aun debemos rescatar la valentía de Claudio Pose. Nuestro pueblo debería clamar a Dios para que levante mas portavoces que denuncien las injusticias del poder de este sistema corrupto.
Bendigo la nota y bendigo la denuncia de Claudio Pose. Dios quiera, en su voluntad, encender el fuego profético, del que denuncia, del que proclama la misericordia de Dios para todos los hombres, incluido Santiago Maldonado. Quizá sea la chispa para encender nuestras voces, para que no nos callemos.
¡ Por favor basta de fundamentalismo!
“mi reino no es de esste mundo “,dijo Jesucristo, igualmente, a él, lo querían hacer opinar sobre la herencia entre dos hermanos, que ponga fin a la usurpacón y los impuestos de los romanos.
Hoy, la autopsia de Maldonado , nos mestra que ni fué golpeado ni secuestrado por el Estado.
Entonces las palabras del pastor presbiteriano ( que supongo habrá pedido perdón hacia quién las dirigía), suenan populistas, fabuladoras y han querido aprovechar la circunstancia.
Empañan el Colon, los 500 años de la Reforma